El saber convivir no es un don que se le otorgue a muchos, al contrario, solo el que entienda el significado de mediar y negociar sabrá lo que signifique a ciencia cierta esa virtud. En las comunidades de vecinos pocos son los que se ponen el traje conciliador de la paz, para hacer que todo fluya de manera natural, y para ello los administradores de fincas vienen a cumplir una función muy especial, en las que hará respetar las reglas del juego.
Cuando se trata de reformas en comunidades de vecinos, el administrador de fincas juega un papel muy importante. Porque entre sus funciones está velar que dichas reformas se ajusten a un presupuesto convenido por la comunidad, y que cada uno de los miembros contribuya con el personal que estará realizando los trabajos de restauración, bajo unas normas y unos estatus preestablecidos por los miembros, para preservar el ornato de la comunidad.
En el caso de que dichos trabajos se realicen en las áreas comunes el administrador de fincas mediará ante todos los miembros de la comunidad de vecinos y dará respuesta de cualquier inquietud de carácter logístico y administrativo. Pero si por el contrario, las reformas se harán en un inmueble privado, quizás la función se limite a los casos en los que estos trabajos afecten a alguno de los vecinos más cercanos. En este caso se tendrán que establecer normas y horarios para las reformas.
En lo que respecta al presupuesto, el administrador de fincas tiene la responsabilidad de realizar los pagos al personal de las reformas en la comunidad de vecinos, ejecutar los acuerdos, establecer unos criterios de contabilidad de la comunidad con información clara y sencilla para la realización de los pagos y la posterior facturación; y es el representante de la comunidad ante el ayuntamiento en caso de requerir algún documento relacionado con este organismo público.
Aunque un administrador de fincas podría convertirse en una suerte de superhéroe, en momentos muy difíciles y de poca comprensión, su función se extiende incluso a la de secretario de la comunidad de vecinos, levantando actas de cada reunión convocada. Cada detalle que implique vivir en armonía será tarea de esta persona, bajo su mando esta la protección de cada metro cuadrado y la sana convivencia de los miembros de la comunidad.